El 27 de noviembre, en el marco de la Gala Aniversario de los 133 años de la presencia salesiana en Alameda, se llevó a cabo una emotiva velada aniversario, donde toda nuestra comunidad educativa se unió para celebrar este significativo hito. El evento, que contó con la presencia del P. Inspector Nelson Moreno SDB, el P. Juan Bustamante SDB, Vicario Inspectorial, el P. David Rivera SDB, Delegado de la Pastoral Juvenil de la Casa Inspectorial, así como miembros de la comunidad religiosa, el equipo de coordinación y representantes de los distintos estamentos de nuestra comunidad, fue una ocasión para expresar el orgullo de haber construido un espacio educativo que contribuye a la formación de miles de jóvenes, inspirados por el llamado a ser buenos cristianos y honestos ciudadanos.
En su discurso, el Director P. Víctor Mora SDB reflexionó sobre los 133 años de historia que lleva el colegio, destacando que estos son los años de quienes han trabajado con esfuerzo para construir sus vidas y vocaciones: "Estos 133 años son la historia de quienes con esfuerzo han construido su vida, su vocación. El colegio ha brindado esperanza, fe y un espacio de crecimiento para los chicos. Como educadores, debemos estar convencidos de lo que hacemos, y quiero reconocer especialmente a aquellos trabajadores que, con su dedicación, generan espacios de crecimiento para nuestros jóvenes."
Por su parte, el Rector Walter Oyarce dirigió unas palabras que subrayaron el importante camino recorrido hacia una educación integral. Mencionó la reciente obtención del sello de certificación ambiental, un paso significativo en el compromiso del colegio con el medio ambiente y la formación integral. "Este reconocimiento es un paso hacia una educación integral. Además, quiero destacar el trabajo de nuestra Brigada Ecológica, que ha demostrado con su acción y compromiso que los jóvenes pueden ser verdaderos agentes transformadores de nuestra sociedad", afirmó el Rector.
El Rector también resaltó el buen clima de convivencia y fraternidad que caracteriza a la comunidad educativa, un ambiente que refleja la esencia de la pedagogía salesiana. "Este clima de fraternidad es lo que realmente nos distingue, un ambiente de respeto mutuo que se vive diariamente en el colegio", destacó.
La velada fue también un momento de agradecimiento a los educadores, quienes a lo largo de los años han hecho posible construir el sueño de Don Bosco en nuestra casa salesiana. De manera especial, se celebraron los 50 años de servicio de la Srta. Gladys Rivera, quien, visiblemente emocionada, compartió su testimonio. "No esperaba este reconocimiento. En otras ceremonias ya se había destacado mi trabajo, pero este es un momento muy especial para mí. La pedagogía es mi vocación, y siempre he buscado entregar lo aprendido de la mejor manera posible. Este colegio ha sido un espacio de gran aprendizaje para mí, donde también he podido formarme y aprender de las personas que me rodean. Hoy enfrentamos contextos diferentes, pero este colegio ha mantenido un estilo de formación claro, con reglas precisas y apoyo constante a los docentes", expresó la Srta. Rivera.
Finalmente, la Coordinadora Académica también hizo un llamado a los docentes: "Les pido que hagan su trabajo con amor, con convicción. Si no están convencidos de lo que hacen, si no sienten pasión por su labor, es mejor dar un paso al costado. Los jóvenes necesitan educadores comprometidos, que trabajen para ser felices y que se identifiquen con lo que hacen. Solo así podremos formar a los jóvenes de la mejor manera".
El Director P. Mora SDB también aprovechó la ocasión para rendir un merecido homenaje a la Coordinadora "Quiero reconocer, en la figura de la Srta. Gladys Rivera, su profundo compromiso, energía, escucha activa y exigencia en el trabajo con nuestros estudiantes. Su dedicación es un ejemplo para todos", expresó con gratitud.
Esta velada fue, sin duda, una ocasión para celebrar el legado educativo de la comunidad salesiana en Alameda, reconocer a quienes, con su entrega y dedicación, han hecho posible este proyecto educativo y mirar hacia el futuro con la convicción de que los jóvenes continúan siendo el corazón y la esperanza de nuestra misión.